Hombre de fortuna, sujeto encantador, ligeramente embustero, animal social, escritor casi olvidado, el uruguayo Enrique Amorim, especialmente su relación con Federico García Lorca, es el centro de una trama de celos envidias y resentimientos, pero también de lealtades y amores, cuyo marco es la escena artística entre las décadas de 1920 y 1960. Se confirman algunas verdades: Neruda era un hombre de amigos y enemigos entrañables; Aragon dominaba...